Qué decir de un hotel en el que te has sentido como en casa... Tuvimos reservado otro hotel hasta 4 días antes de nuestro viaje a Mauricio y en el último momento, decidimos darnos un homenaje y cambiar al Oberoi, fue la decisión perfecta. Un hotel que es más que un hotel, hemos viajado mucho y estado en magníficos hoteles, pero en este hemos notado ese valor añadido de una atención impecable, una amabilidad y unos detalles entrañables y sobre todo, esa calma que se respiraba en todo momento, en todas y cada una de sus estancias. La habitación (la nuestra la 311), perfecta, con unas preciosas vistas de las montañas Mauricianas que veíamos todas las mañanas desde esa magnífica cama. Un baño perfecto y una terraza con dos cómodas hamacas que daba a un enorme jardín común para varias habitaciones y a una pequeñita playa privada. Los restaurantes, tanto el On The Rocks (al lado de las rocas) y con barbacoa, como el bar, donde todas las noches había alguna tranquila y bonita actuación y en donde servían unos buenos cocteles, una gran variedad de licores y unas "tapas" estupendas, y el restaurante principal donde se desayunaba y se cenaba mas formalmente, fueron geniales, en atención, calidad y presentación de la comida. El precio es un poquito caro, pero el hotel lo vale, ya que todo funciona a la perfección. Tuvieron algunos bonitos detalles como invitarnos a un maravilloso coctel el segundo día de nuestra llegada, con los demás huéspedes del hotel y en donde nos sorprendieron con una actuación de SEGA en la playa. También uno de los días, no nos dio tiempo a que nos trajeran el plato principal del desayuno puesto que salíamos de excursión muy prontito y cuando llegamos por la tarde a la habitación, teníamos un aperitivo como detalle. El ultimo día, se rompió la manecilla del WC y se nos inundó la habitación, cuando nos dimos cuenta salimos y se lo comunicamos a los chicos de la limpieza y al encargado, les dijimos que íbamos a desayunar, pero que necesitábamos entrar pronto en la habitación pues teníamos que hacer las maletas y cuando llegamos a la hora aproximadamente, estaba TODO impecable, habían cambiado hasta las alfombras... y nos habían dejado una nota diciendo que se habían llevado a la tintorería algunas prendas de ropa que habían encontrado mojadas, al rato estaba todo, lavado y planchado. En fin no puedo decir nada malo de este maravilloso hotel en el que pasamos unos magníficos días en la preciosa Mauricio. Mención especial merece todo el STAFF, todos increíblemente atentos, amables y serviciales. Con el que más trato tuvimos porque sabía hablar Español, fue con Amán, un chico Hindú que estaba en recepción y que estuvo pendiente en todo momento de nosotros, una magnifica persona del que guardaremos un inolvidable recuerdo. Por último y sin que sirva para desanimar a nadie a "invertir" en el Oberoi Mauricio, deseo advertir que la playa es de roca y hay mucho coral, a nosotros no nos importo por que salimos todos los días a recorrer la isla, y el hotel es tan magnífico que ese detalle no lo tuvimos en cuenta., pero sí has de saberlo si vas pensando en una playa de palmeras y arena. INDUDABLEMENTE volvería a repetir en el maravilloso OBEROI MAURICIO. GRACIAS a todo el equipo por hacer de nuestra estancia una recuerdo inolvidable.…
Fecha de la estadía: agosto de 2016Calidad/precio
Ubicación
Servicio
Tipo de viaje: Viajé con mi parejaConsejo sobre las habitaciones: 311 Habitación con vistas a las montañas y a un gran jardín, tranquila y cerca de todo lo...
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