Inicié mi reserva comunicándome directamente con la pagina web del Hotel, me contactó la Dueña Jolanda; ya desde el inicio ella fué muy atenta y me brindó toda la información necesaria para nuestro viaje, me organizó el traslado de Sierpe y tour a Corcovado, desde el principio genial. El hotel esta en una playita privada a 5min en bote del centro de Drake, el bote te deja justo en la playita sin ninguna complicación, el personal del hotel se encarga del equipaje, tu no te preocupas por nada, el hotel esta en una colina con vista al mar, el hotel es de ensueño, rodeado de naturaleza virgen, playa privada, senderos para visitar ríos y cataratas asi como visitar otras zonas cercanas, en los caminos te topas con cantidad de monos, pájaros, aves marinas, mariposas, y mucha diversidad. A nuestra llegada nos recibió Federico quien es el administrador del Hotel, el hace una enorme diferencia, desde que nos recibe nos da una cálida bienvenida, nos da buena información sobre todo lo que hay por hacer, senderos, tours, información detallada del hotel, el es una excelente persona muy atento y su única preocupación en nuestra atención y comodidad, ya nos sentíamos como en familia, nos muestras nuestras habitaciones, ofrece cafecito recién chorreado tostadas francesas, un trato personalizado siempre con una sonrisa. Las habitaciones: Grandes, limpias, acogedoras, de madera rustica bien cuidadas, baño grande y apto para personas con movilidad reducida , en nuestro caso que fuimos en Familia con mi Mama de 76 años, ella nunca tuvo inconveniente en nada, accedo cerca al comedor con todo lo necesario para pasarla bien. Las habitaciones tienen vista al mar y rodeadas de jardines bien cuidados. La parte mas bella y acogedora sin duda es el Comedor que es el punto de encuentro luego de regresar de los tours o caminatas, tiene vistas excelentes del mar, sillas mecedoras y ahi te pasas buen rato simplemente relajándote. Las comidas están incluidas: El Chef Eduardo cocina verdaderamente delicioso, cada día nos sorprendía con excelentes platillos servidos con gusto, platos de buen tamaño comida de calidad. Eduardo merece un 100% por su esmero y dedicación. Hay platillos para todos los gustos. Sin duda el lugar es un paraíso pero la amabilidad y calidez de su gente lo hace aun mas hermoso, deseando volver pronto con todo el resto de la familia. Nota sobre el Covid: Había lavado con abundante jabon y alcohol en gel, antes de ingresar a las instalaciones era necesario lavado de manos, el personal siempre uso mascarillas, en los baños de las habitaciones había también alcohol en gel. Respetan los protocolos.…
Fecha de la estadía: noviembre de 2020Limpieza
Servicio
Calidad del descanso
Consejo sobre las habitaciones: Las habitaciones Familiares con Balcón si lo mas apropiado si viejas en familia.
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