Estuvimos en SIladen Resort durante 9 días de nuestra luna de miel. Queríamos un sitio tranquilo, personal y donde pudiésemos hacer el curso Open Water y encontramos el resort que cumplía todos los requisitos.
Si hay algo que define al equipo de Siladen es su sonrisa. Desde el momento en el que nos buscaron en el aeropuerto, hasta el momento que nos llevaron de vuelta al aeropuerto, no encontramos ni una sola cara seria. Tanto el personal de recepción, como el de cocina, camareros, barmans, housekeepers,... todos y cada uno dan lo mejor de sí mismos para que la estancia de sus huéspedes sea inolvidable.
En cuanto a las instalaciones, las cabañas son muy acogedoras, quizá un poco oscuras en algún momento,pero como la mayor parte del tiempo la pasamos bajo el agua no fue un problema. Bien decoradas y donde una vez más se ve la calidad del servicio en todos los pequeños detalles. Todas las noches mientras estas en la cena, cierran las cortinas, conectan el aire acondicionado y colocan la mosquitera de la cama que es de gran ayuda ya que al estar en una isla cuyo mayor atractivo el la vegetación, hay mosquitos. Y todas las noches también dejan unos bombones en la mesa. El baño es exterior, lo que hace que sea muy especial.
La piscina es genial. Es grande, con espacios para sentarse a disfrutar de una bebida mientras ves el atardecer...
La zona del bar de la playa muy tranquila y bien ambientada. El lugar perfecto para relajarte antes de la cena.
El restaurante... nos sorprendió muy gratamente la comida. Siempre con varias opciones a elegir, desde lo más tradicional hasta comida europea. Los desayunos en el restaurante al lado de la piscina. La mayoría de las comidas el la zona de la playa, al aire libre, con barbacoas. Las cenas, unas en el restaurante, otras en la zona abierta de la piscina... nunca sabes dónde será la próxima comida. Genial. Nosotros también disfrutamos de la cena romántica en la playa. Impresionante. Nos prepararon una cena preciosa que merece la pena cien por cien. Gracias especialmente a Cinthya por esta cena.
Los masajes en el spa realmente hacen que te relajes después de un día de buceo.
La dirección del hotel se preocupa por sus huéspedes, acercándose a ellos personalmente para preocuparse por su estancia. Daniele incluso vino a despedirse de nosotros el día que nos íbamos!!
Y legamos al buceo. Gracias a todo el equipo del diving center descubrimos un nuevo mundo. Tuvimos la suerte de tener como instructores a Stefan y Valentina que estuvieron con nosotros en todo momento. La parte teórica nos resultó muy fácil puesto que nos explicaron todo perfectamente. Hicimos las primeras inmersiones en la piscina y enseguida nos llevaron al mar. Antes de cada inmersión, en el barco, nos ayudaban a preparar el equipo, nos explicaban todos y cada uno de los ejercicios que realizaríamos, las señales que utilizaríamos... Después de cada inmersión nos explicaban lo que habíamos visto, lo que habíamos hecho mal para poder mejorarlo. Todas las inmersiones las hicieron con nosotros. Creo que tuvimos mucha suerte de tener dos instructores para nosotros dos, y mucha suerte deque fueran ellos porque realmente se preocuparon por que aprendiéramos y nos gustara.
En el center se respira un muy buen ambiente de trabajo. Guias, capitanes, instructores...todos trabajan juntos para que los buceadores tengan la mejor experiencia.
Se trata de un centro Padi 5 estrellas, pero gracias a Stefan y Valentina nosotros le daríamos 5 estrellas más. Nos dedicaron todo su tiempo y con ello han conseguido que estemos deseando volver a tener vacaciones para poder bucear de nuevo.
Muchas gracias a todo el equipo por hacer que nuestra luna de miel haya sido perfecta.