El hotel estaba en un piso, por lo que nos costó encontrarlo, pero muy moderno y limpio en general, la decoración muy chula. Las almohadas son lo peor si no te gustan planas y cuadradas.
El personal amable, pero tuvimos que repetir los mismo a tres empleados diferentes del hotel.
La primera habitación que nos dieron estaba situada al lado de la cocina y por las mañanas era ruidosa (se oían vasos, cafeteras funcionando y ruido de bandejas) por lo que pedimos cambio de habitación y nos pusieron en otra más tranquila, pero aun así se oía a la gente salir de sus habitaciones por la mañana, pues es un hotel pequeño.
La limpieza del baño podría mejorarse (ronchones en el WC y en la ducha) y falta de enchufes grandes en la habitación.
El desayuno lo traían a la habitación pues el comedor era demasiado pequeño. Pensabamos que sería English breakfast, pero resultó ser continental, con lo que no podías repetir a tu gusto. Faltaban a veces cubiertos, servilletas o mantequilla. La limpieza posterior de la mesa donde comiamos no era muy buena.
Como dejamos el hotel a las 5 de la mañana nos prepararon una bolsa de croisants, que reultaron ser bollos de crema, algunas galletas y biscotes.
Super bien situado. A 10 minutos de Plaza de España y de Termini andando. Barrio elegante y seguro. Muy mono para parejas. Eramos tres y la cama supletoria era una cama real buena.
Repetiría con mejor desayuno.