Excelente hotel en Brasov a tres minutos andando de la Iglesia Negra. Es un hotel pequeño, recién reformado, con parking propio gratuito y con unas habitaciones amplias, coloridas y un buen baño.
El precio muy bueno
El desayuno no es espectacular, pero es algo común en los hoteles de Rumanía
Muy amable la gente de recepción y de desayuno
- Wi-Fi gratis