Estuvimos una semana con nuestros hijos de 8 y 12 años. La atención del hotel es excelente, el personal es muy amable, en especial Ety que atiende el comedor.
Las habitaciones son sencillas pero muy cómodas y tienen todo lo necesario, muy limpias, sin olor a humedad y con un muy buen aire acondicionado. La comida es muy de casa y se adaptan a los gustos de uno, por lo que no es problema estar con niños, además hay menus para ellos.
La playa es suuuuuuuuuuuuuuper tranquila, ponen soleadoras en las mañanas y se puede ir caminando a Rocky Cay donde hay corales y es posible ver muchos peces de colores, en el recorrido hacia allá el agua no llega más arriba de la cintura.
Todo el lugar es muy tranquilo, por lo que los niños se mueven en forma independiente sin ningún peligro.
El hotel y su playa realmente invitan a descansar, es imposible tener estress allí!!!!
Respecto de paseos (Acuario, Jhonny cay, vuelta a la isla, etc), recomiendo hacerlos en forma independiente, ya que en forma colectiva se puede estar muy poco rato en cada parte. Hay que tener cuidado con el asoleo en Jhonny Cay, ya que la arena tan blanca refleja el sol y la quemadura es segura. En el Acuario, cuando uno se baje, hay que decir que ya conoce, de lo contrario te llevan a pequeñas tiendas para que compres de todo y pierdes el tiempo para zambullirte en el agua y ver los peces o ir a Haynes Cay, al que cruzas caminando con el agua hasta la cintura.
Realmente unas vacaciones para descansar, felicitaciones y gracias al hotel.