Dublín con niños: 7 formas inesperadas y sin complicaciones de explorar la ciudad

Con el parque urbano más grande de Europa y el primer centro cultural especialmente diseñado para niños, Dublín no pierde el tiempo cuando se trata de juegos para niños. La ciudad ganadora del premio Travellers' Choice – Lo Mejor de lo Mejor tiene una larga lista de cosas que hacer para niños de todas las edades, y también tiene el beneficio de ser compacta, por lo que no pasarás todo el viaje haciendo excursionismo de una visita imperdible a la siguiente con niños gruñones. Sigue leyendo para ver un itinerario apto para niños y aprobado por los padres en la capital irlandesa.

Ahora, sobre ese centro artístico para niños: podría sonar demasiado bueno para ser verdad, pero es real, y es tan genial como te imaginas. Todas las actividades de The Ark están orientadas a los niños, desde música en vivo durante el día hasta instalaciones artísticas, donde a los jóvenes huéspedes no solo se les permite tocar las exhibiciones, sino que se los alienta a hacerlo. Puedes reservar con anticipación espectáculos en el teatro para niños, o simplemente puedes asistir a uno de los talleres creativos (gratuitos) en los que se puede participar sin reservar anticipadamente.

Otro museo que fomenta la exploración práctica es Dublinia, que destaca la historia vikinga y medieval de Dublín. Aquí puedes pasear por una ajetreada calle antigua, vestirte con ropa vikinga y recorrer los puestos de un mercado medieval recreado. Con una ubicación privilegiada, Dublinia se conecta a través de un arco con la Catedral de la Santísima Trinidad y está en el cruce de varias calles antiguas importantes.

¿Ya te cansaste de los museos? Camina por Grafton Street para observar a la gente que pasea por allí. Con Trinity College en un extremo y St. Stephen’s Green en el otro, esta calle está delineada por las mejores tiendas de la ciudad, pero son los artistas callejeros los que se llevan todas las miradas. Desde músicos callejeros hasta magos, hay mucho para detenerse y ver a lo largo de esta calle peatonal. Un rápido desvío a Murphy’s Ice Cream en Wicklow Street es una excelente parada técnica cuando los niños necesitan un poco de azúcar.

En el extremo sur de Grafton Street, encontrarás el frondoso parque St. Stephen’s Green. Con mucho césped verde, el espacio también es ideal para hacer un picnic y hay un patio de juegos cercado en el centro del parque que es popular entre los niños más pequeños. Prueba la sala de comidas en el exclusivo Fallon & Byrne si quieres disfrutar de una comida gourmet, o disfruta de un almuerzo para llevar en alguno de los mejores lugares para comer sándwiches de Dublín.

Repletas de senderos para hacer excursionismo y colinas y cañadas explorables, las montañas de Dublín son un lugar pintoresco para alejarse un poco del bullicio de la ciudad. Hay varias rutas bien marcadas, incluidas algunas que son aptas para los niños, y las vistas de la Bahía de Dublín y más allá hacen que valga la pena el esfuerzo. Hay estacionamiento disponible en varios bosques de las montañas, incluido el bosque Tibradden Wood, que también cuenta con el parque de aventuras Zipit Dublin. Este circuito de cuerdas altas para niños a partir de los 7 años te lleva a vivir una aventura en las copas de los árboles, con vistas que se extienden hasta la isla del Ojo de Irlanda.

Si estás buscando un poco más de espacio, dirígete al Parque Fénix, al oeste del centro de la ciudad. Con 708 hectáreas, este es el parque urbano cerrado más grande de Europa, y puedes tratar de encontrar la manada residente de ciervos salvajes; visitar el fuerte militar de casi 300 años de antigüedad; o detenerte en el patio de juegos cerca del Centro de Visitantes. La entrada al parque es gratis, pero tendrás que pagar si deseas incluir una visita al Zoológico de Dublín, que está repleto de vegetación en el extremo noreste.

¿Te apetece ver la ciudad desde la tierra y el agua en un solo viaje? Elige un viaje con los tours de Viking Splash, que se dan en un DUKW anfibio (básicamente, un cruce entre un barco y un camión). Pasea en el camión por las calles de la ciudad antes de zarpar en los muelles del Gran Canal. Un guía experto aporta la diversión a través de canciones e historias sobre las principales vistas, durante una experiencia de una hora y 15 minutos; una duración ideal para mantener a los niños entretenidos. Los tours comienzan y terminan en St. Stephen’s Green; pueden subir a bordo los niños de 3 años en adelante.