Queriamos un tour sin tener que ir en camello, ya que por ideales estabamos en contra. Estamos muy agradecidas que Ahmed ofrezca esta opción. Des del primer momento fue muy amable, y se adaptó a nuestras necesidades. Una de nosotras se encontró mal por el calor y de preocupo mucho y nos ayudó en todo momento. Muy recomendable, sobretodo por Ahmed 🥰

De las experiencias mas increíbles que he vivido!! El trekking en camellos, sandboarding en las dunas, el atardecer y el amanecer en el desierto fue increíble! Padrisima la fiesta Berber bajo las estrellas y la cena buenísima!! El staff súper lindos e hicieron la visita inolvidable!

Fue difícil elegir un tour con tanta oferta, pero la elección de Quiet Merzouga Tours resultó muy acertada. Me atrajo mucho que la empresa y su gerente fueran locales (del mismo Merzouga). Ahmed (el gerente) estuvo al 100 para proponer las diferentes opciones y todo cumplió o hasta rebasó las expectativas 4x4 limpio, confortable y en excelentes condiciones. Hoteles/riads y campamentos en el desierto de primerísima tanto en confort como en atención. Said, nuestro guía/chofer, hizo honor a su nombre, siempre feliz, nos llevó a excelentes lugares para comer, y adaptó en todo momento las actividades en base a nuestra energía y sentir. Sinceramente, nos quedamos muy satisfechos y es una experiencia definitivamente recomendable! Muchas gracias Ahmed, Said y todos los que participaron en ello!

Estuvimos en pareja en Octubre del 2018, contratamos y contactamos directamente con ellos. Desde un principio fueron muy transparentes respecto a las dudas surgidas antes de ir, teníamos contacto via mai con todas las aclaraciones de la estancia. El pago fue al concluir la actividad en el lugar. Referente a la estancia superó ampliamente nuestras espectativas. Al llegar nos recibió Ahmed. El vehículo lo dejamos en un aparcamiento cerrado. En la casa de huéspedes tuvimos a nuestra disposición una habitación con cama, aire acondicionado y baño privado dónde pudimos ducharnos y descansar antes de hacer la excursión por el desierto. Ahmed no atendió muy bien con mucha amabilidad y respeto. Como había tormenta de arena estuvimos esperando tomando un té que nos ofreció hasta que la tormenta pasó. A continuación hicimos con un guia (siento no recordar el nombre) familiar de Ahmed la excursión en camello hasta el campamento, una vez allí nos istalamos en una tienda. Cena espectacular con espectáculo con tambores. Estancia genial, noche estrellada y amanecer sobre la gran duna. Desayuno genial y de vuelta a la casa de huéspedes a nuestro aire. Nada de prisas por parte de ellos. Se nota que es un negocio familiar dónde todos los organizadores le dedican mucho esfuerzo, muy buena atención y muy limpio. Gran diferencia de precio contratando directamente con ellos. En mi opinión rozan la excelencia.

El campamento se encuentra en el interior de las dunas de merzouga, a una hora en camello del pueblo. La haima es tradicional y el sitio espectacular, lo que le confiere un aire muy auténtico. La experiencia merece la pena.

Conocimos Quiet Merzouga a traves de Chez les habitants y un blog en español “Furgoneteo” que lo habían recomendado y no nos defraudó! Decidimos llegar en auto a Merzouga por nuestra cuenta, y reservar por booking una noche en Chez les habitants y otra noche en el desierto. Los dos emprendimientos estan manejados por Ahmed y otros socios. Ahmed te acompaña a las bases de las dunas donde sale el recorrido en dromedario (queda a 5 minutos de su albergue!) ahí nos encontramos con Mustafa que fue nuestro “camellero” hasta el campamento (nosotros elegimos el campamento normal, pero también está el de lujo, estan cerca todos, separados por dunas altas!) en 40 minutos habíamos llegado, la verdad el paseo en dromedario no me pareció tan incomodo como habían dicho... al llegar nos acomodamos en el campamento de Hassan, el también nos recibió cálidamente, estaba lloviéndo y eramos finalmente los unicos en el campamento!!! Nos divertimos un rato con una tabla de sandboard, después nos invitaron a ver el atardecer en una duna de mas de 100 metros de alto, intentamos subir pero se largó una tormenta de arena y viento que nos lo impidió, asique caminamos un poco, tomamos el te muy rico con frutos secos y galletas. Como eramos los únicos nos preguntaron a que hora queríamos cenar. A la noche nos sirvieron una super ensalada riquisima de arroz huevos, olivas, tomate y despues un tajine de verduras y pollo muy bueno. Mas tarde frutas. Después se vino un momento de música y tambores con mucho ritmo, charlamos un rato con ellos y nos fuimos a dormir. De a rato se veían las estrellas pero no mucho, creo qué agosto y septiembre es mes de nubes y algunas lluvias. El cielo estrellado por lo que ahora se, mas en invierno y cuando no hay luna llena. Al otro día seguia nublado, nos levantaron para desayunar y ver si salía ver el amanecer (pues no!) asique tuvimos un muy abundante desayuno y antes de volver en camello subimos a la mega duna para tener una gran vista a merzouga, argelia a lo lejos, los campamentos, y nos reencontramos después de las 9am para volver en camello. Allí nos reencontro Ahmed para ver como nos había ido y dejarnos bañar en Chez les habitants, buscar el equipaje y seguir viaje. Si bien llovió, nos gusto mucho la experiencia, nos trataron de maravilla y sumó el haberse quedado un día más en el alojamiento de Ahmed para tener un acercamiento a las dunas con atardecer sin lluvia. Gracias chicos por la linda experiencia!!!!

Ahmed nos organizó la visita al desierto, fuimos en camello hasta el campamento para ver el atardecer desde las dunas, depués la cena y después música y una hoguera para disfrutar de la noche. El silencio y las estrellas por la noche son todo un espectáculo. Nos encantó la experiencia.

Un lugar silencioso donde escucharse. No encuentro las palabras para definir la actitud de mi guía quien me indicó como escucharse y observar la luna y las estrellas . Fue un momento de relajación y conocimiento interno que sin ayuda de Ali no hubiera podido disfrutar. Eso sí , me mori de frío .

Comenzamos la experiencia en Chez Les Habitants donde Ahmed nos preparó un té de hierbas bereber para recuperarnos del viaje y después nos acompañó andando hasta el comenzo de la grandes dunas donde montamos en los dromedarios. Todo el paseo fue muy agradable y divertido con Mohamed, Said y Hassan que nos iban contando anécdotas de los dromedarios (se llamaban Bobmarley y Tombuctú!) y del desierto. Creo que fue una hora, aunque se hizo más corto. Llegamos al campamento bereber y subimos a la duna para ver la puesta de sol. Ahí es cuando vimos que el color de la arena es de un naranja intenso y que no era por el color del cielo. Cuando bajamos la cena ya estaba preparada para tomar en una de las tiendas. Recuerdo especialmente el sabor de las aceitunas y del aceite de oliva. Después estuvimos de tertulia a la puerta de las tiendas nosotros, una pareja joven de Alemania y Mohamed, Said y Hassan. Que nos estuvieron contando cómo vivían sus padres y cómo siguen viviendo algunos bereber nómadas. Aprendimos el significado de la palabra AMAZIGH. Después sacaron los instrumentos y estuvieron (y estuvimos) tocando, cantando y hasta bailando música típica bereber alrededor del fuego bajo las millones de estrellas. Después nos retiramos a descansar para despertarnos temprano para ver el amanecer. La tienda-habitación es super cómoda, acogedora y calentita. Daba pena salir de la cama por la mañana! El baño es como un baño habitual pero con paredes y techo de tela gruesa y suelo de arena, como se puede ver en la foto que añadimos. Y estaba muy limpio. Salimos a las dunas a ver el amanecer y nos quedamos alucinados. Unos días antes había llovido (la primera vez en más de un año) y el ambiente estaba muy limpio. Nos quedamos todos en silencio boquiabiertos. Después volvimos a desayunar un desayuno gigante! Con aceite, miel, mermeladas, huevos... Por supuesto con té bereber. Tras recoger nuestras cosas volvimos en dromedario a Chez Les Habitants donde tomamos una ducha y decidimos quedarnos un día más porque realmente nos sentimos como en familia. GRACIAS AHMED, MOHAMED, SAID Y HASSAN!

Fuimos a Marruecos en grupo y dentro de las excursiones opcionales había una a las dunas de Merzouga para ver amanecer en el desierto. Estuvimos a punto de no ir porque era a las 4 de la mañana pero al final el madrugón merecía la pena. Llegamos en varios jeeps conducidos a traves de pistas de tierra que a mas de uno lo tenía con el corazón encogido por lo rápido que conducían. Cuando llegamos era todavía de noche y hacía fresquito. Nos acompañaron unos tuaregs a las dunas y nos sentamos todos en silencio mientras compartíamos con ellos galletas que llevabamos para la espera pues todavía no habíamos desayunado. Era muy curioso porque te agradecían la galleta pero se la guardaban en los bolsillos de la chilaba, ellos decían que eran para su hermanita. Pidieron silencio en el momento de la salida del sol, pero no hacía falta porque todos nos quedamos con las bocas abiertas. Que bonito¡ Siempre que pensamos en Marruecos es una de mis imágenes favoritas. Os recomiendo ir al menos una vez en la vida. Cuando íbamos bajando intercambiamos con los tuaregs cigarrillos por fosiles y algunos los compraron a bajo precio y aunque todo el mundo dice que te engañan a nosotros nos gusto el regateo y estar sentados en la arena con ellos. Es verdad que luego al subir el alto Atlas hay sitios donde compramos fósiles mas baratos, pero a los de Merzouga les tengo mas cariño. Como son muy listos nos separaron en grupos y cada uno se sentó con un grupo distintos con lo cual no podíamos saber lo que les había costado a los otros. Luego bajamos de las dunas y nos dieron un te a la menta y a esa hora hacía bastante calor. Luego volvimos al hotel en jeep igual que habíamos llegado.