El barrio que rodea Opéra y Bourse es un paraíso de la belle époque, con grandes bulevares y refinados edificios de arquitectura modernista dedicados al entretenimiento de las masas. Aquí, los trabajadores de hoy pueden seguir aprovechándose del legado de nobleza y opulencia que dejó el siglo XIX. Bares-restaurantes brillantemente iluminados, teatros y cines se mezclan con los bistros que predominan en una zona y los restaurantes japoneses que abundan en la otra. El barrio es bien conocido por el teatro de la ópera Palais Garnier y sus glamurosos grandes almacenes.