Frenéticos amantes de la moda, atildados políticos, turistas con rumbo fijo y romanos atareados cruzan sus caminos todos los días en Colonna dando lugar a un atractivo caos en pleno centro de la ciudad. Aunque alberga algunos de los elementos más bellos de Roma —una columna del siglo II, el centro comercial Belle Epoque y el magnífico edificio barroco del Parlamento—, Colonna no es solo una cara bonita, sino el núcleo cosmopolita de la tormenta cultural romana. Del barrio se puede afirmar sin lugar a dudas que contiene lo mejor de Roma: museos, boutiques, escaparates, restaurantes, cafés y la oportunidad de disfrutar del pasatiempo de ver gente pasar.