Merece la pena pasar un par de horas, o más, viendo este bonito palacio y los jardines.
Si tenéis la Firenze Card, está incluido.
Evitad a toda costa la cafetería, además de un trato muy brusco (rozando la mala educación), es bastante caro. Además, la terraza tiene unas normas ridículas, como que no se puede estar más de tres en una mesa o que éstas no se pueden juntar. De hecho, pude comprobar en persona cómo levantaban a un matrimonio que tenía dos niños. Un despropósito.