Nos llamó la atención desde la playa por su aspecto moderno. Era la parte de atrás porque la entrada conserva el aspecto de la fábrica de conservas que en su día fue. Tenía muchas salas vacías por estar pendiente una exposición de pintura, pero la permanece de historia del pueblo y la fabrica de conservas muy interesante, con un conjunto de fotografías antiguas impactantes. Modesta aunque bonita colección de titeres. Personal amable y precio de entrada simbólico

Sin sol hoy? Así que decidí probar el museo. Solo una entrada de euro y un hombre muy amable nos dieron una visita privada con una historia de la planta de enlatado de pescado (mejor de lo que parece). Algunas fotos antiguas excelentes para ver, pero necesitarás la guía a menos que puedas leer en portugués. Una exposición de música muy peculiar en las escaleras con algunas portadas de álbumes clásicos. En general, vale la pena una visita.