Se trata de una bonita iglesia románica del siglo XI, rodeada de un pequeño prado y asomada a las murallas occidentales de la ciudad, desde donde se ve la campiña.

Esta es la iglesia más antigua de Orvieto, por lo que es menos ornamentada que las iglesias de la época del Renacimiento. Pero los frescos son hermosos, algunos de los cuales han sido restaurados. Es interesante ver la naturaleza simple de la iglesia de ese período de tiempo. El campanario, que todavía suena para la misa los domingos y otras veces, también sirvió como torre de vigilancia. La iglesia fue construida estratégicamente en el borde de los muros para una mayor protección desde abajo. La entrada es gratuita y está abierta la mayoría de los días.