No es muy grande, pero está bien. en el se encuentran partes de la decoración de Donatello para el púlpito exterior de la catedral.

El museo es pequeño, pero contiene algunas obras de un excelente valor artístico como son los frescos de la cripta, alguna pintura renacentista, un resto del antiguo claustro románico y, por supuesto, el imponente y original púlpito exterior de Donatello. Todo esto por si merecería una puntuación mucho más alta, pero la pésima atención recibida por dos trabajadoras que se encontraban en la puerta hacen que mi valoración sea tan baja. Faltaban 45 minutos para el cierre, seguramente por eso, no nos informaron que la visita al grueso del museo tenía acceso por una puerta algo escondida. Tuvimos que volver por la tarde.