Impresionante esta catedral, a la cual es muy fácil llegar, ya que se encuentra en pleno centro de Estrasburgo, y especialmente, cerca de la estación de trenes (con mi señora nos alojamos precisamente en un hotel cercano a la estación). Por la mañana al menos, si no se quiere pagar por realizar un tour dentro de la catedral, es recomendable visitarla antes de las 12 del día (abre temprano), que es lo que hicimos nosotros. Después de admirar el interior (donde destacan los magníficos vitrales y un hermoso reloj astronómico), subimos por una escalinatas hasta el piso superior -por lo que se debe pagar un ticket que no es caro-, y desde allí admiramos la ciudad con vistas espléndidas.