Ciertamente, parada obligada en París, pero ampliamente recomendada la vista desde este hermoso lugar.
Desde mi criterio, es mejor la vista de París desde el Arco del Triunfo que desde la Torre Eiffel, se aprecia más el paisajismo y la belleza de los Campos Elíseos y de la misma Torre Eiffel.
Recomiendo comprar entradas con antelación ya que aún así tendrás que esperar cola... hay que tener especial atención con los horarios porque hay días que cierran muy pronto por eventos especiales (16:30 último acceso).
Es una auténtica preciosidad. Al entrar ya sorprende que todo su espacio este policromado con colores tan vivos; se sube por una pequeña escalera de caracol hasta la primera planta y ahí ya se ven todas las vidrieras de colores; es una pasada.
Eso sí, el precio de entrada me parece elevado. Y si además tienes la mala suerte de que te traten mal en la cola de entrada como nos pasó a nosotros pues la experiencia puede perder más valor aún. También hay que pasar un control de seguridad más estricto que el aeropuerto... Un rollo.
El exterior es impresonante. Es una recreación de lo que fue Templo de Apolo en Atenas. Concebido por Napoleón Bonaparte como un templo griego dedicado a la gloria de su Grande Armée en 1806, estuvo a punto de ser transformado en 1837 en una estación de ferrocarril, que hubiera sido la primera de París, antes de convertirse finalmente en una iglesia en 1845. Dado que las iglesias en Francia son propiedad del Estado (no como en España) la rehabilitación que se está llevando a cabo puede estar patrocinada como vereis por las lonas que cubren actualmente el frontispicio (no deja de tener su gracia) El interior es hermoso.
Siempre espectacular y más en navidad por la iluminación y decoración que colocan en su plaza principal, a orillas del Sena y a pocas cuadras de Notre Dame está la majestuosa edificación renacentista que es el Ayuntamiento de Paris.
Espectacular poder vivir el tenis en tierra batida en estas instalaciones. Además de los partidos, se pueden ver entrenamientos, participar en actividades, ver las pantallas grandes, tomar algo, ir de compras...
Entramos porque hacia mucho frío y lluvia y era el primer domingo del mes y era gratis. Había poca cola. La verdad que nos sorprendió gratamente: el salón central es muy bonito con sus arcos de piedra bien cuidados y luego hay representaciones de las celdas y demás . La verdad que nos gustó y tiene mucha historia
Como dice el titulo de la critica, en este antiguo local (principios de 1900) decorado con madera de caoba, es el lugar de nacimiento del afamado cóctel. Esta a 3 minutos de la Ópera Garnier, en una calle lateral de la avenida que va al hotel Ritz. Merece la pena ir a partir de las 22.00 y bajar al piano bar del sótano; donde nos deleitaran con excelente música y bebidas. Cada coctail cuesta sobre 12 euros y se acompañan de unos riquísimos frutos secos y saladitos (al menos para el que le gusten). Hay perritos calientes para picar algo al medio día entre semana. Lugar de referencia al que merece la pena hacer una visita si se tiene tiempo suficiente.
De paso al visitar la Place des Voges nos encontramos con esta casa-museo. Si vas con tiempo es intetesante de visitar, tampoco se tarda mucho. La entrada es gratuita.