Junto a los Jardines, el estanque y la fuente de Médici, el edificio despliega toda su belleza, actual sede del Senado, lamentablemente no pudimos visitar su interior, lo ideal es coordinar un día que esté abierto.
Una tarde de verano muy disfrutable, largas caminatas con rincones encantadores, con sillas de metal para un descanso reparador, muy recomendable la visita.