Maravilloso y espectacular son los calificativos que nos ha merecido Paradis Latín. Un cancán moderno, bailarines, comediantes, cantantes y nuevas tecnologías se fusionan en quince decorados excepcionales de una belleza sin igual, además de una gourmet gastronomía firmada por el gran maestro de las artes culinarias, Guy Savoy, hacen de la noche un recuerdo imborrable. Todo ello, en un edificio creado por Napoleón en 1803, reconstruido por Gustave Eiffel en 1889 y clasificado como patrimonio histórico de la capital. Pensamos volver cuando viajemos de nuevo a París.