Fuimos al Distrito 11º para conocer el Cimetiére Pére-Lachaise (no podía dejar de visitar a Pierre Bourdieu)
Luego de recorrer gran parte de él (es muy muy grande) tomamos la Rue de la Roquette y, sin saberlo, llegamos al Monumento a la Bastilla.
En el camino nos encontramos con una París diferente, llena de lugareños y muy pocos turistas, tiendas como cerrajerías, ferreterías, peluquerías, mercados y otros locales que, en zonas turísticas, casi ni se ven.
Es una linda experiencia para los viajeros amantes de los asombros.