Nos ha encantado. Experiencia muy agradable, Rosana Madrid, la dueña, nos explico sobre los viñedos, desde que se podan hasta que se embotellan los vinos. Vimos pasión, tesón y muchísimo trabajo, con mucho amor. La comida en el restaurante perfecta, platos súper originales y buenísimos. Al finalizar salió el chef (Pepe) a ver que nos había parecido la comida, súper amable. Los vinos muy recomendables hay que ir para descubrirlos. Seguro que volveremos a repetir experiencia. Un saludo para todo el equipo de bodegas Madrid Romero