Su construcción fue encomendada por una de las familias florentinas nobles más antiguas de Florencia. Llevó alrededor de cincuenta años, sin interrupciones, y su decoración (1692-1700), coincide con uno de los momentos más importantes de la pintura florentina. Con techos con estatuas y floreras en terracota, y una hermosa corte principal, que se abre en “U” hacia el homónimo lungarno.
El palacio, en la antigüedad pertenecía a la familia Ardinghelli. Luego lo adquirieron los Medici, que posteriormente, en el siglo XVII lo vendieron a la esposa del marqués Filippo Corsini.
En el 1656, se encomienda la obra de su remodelación a los arquitectos florentinos Parigi, Tacca y Pierfrancesco Silvani. El resultado es un magnífico ejemplo de la arquitectura barroca (poco común en Florencia, donde predominan los estilos gótico y renacentista).
Suntuoso, situado en un hermoso lugar en el Lungarno Corsini.
Posteriormente a los trabajos en el exterior del edificio, en 1735 fue adquirido por la familia Corsini.
Se destaca la escalera de caracol y el interior del "caracol" por el que se puede ver la entrada.
En su interior hay hermosas habitaciones con frescos y estucos, entre las que se destacan la del Trono, ricamente decorado y la de la danza. También son sorprendentes, la escalera de caracol; la piedra arenisca.
El palacio también alberga la colección de arte privada más importante de Florencia, con pinturas de gran valor de Filippo Lippi, Giovanni Bellini, Luca Signorelli, Pontormo, Salvator Rosa, Luca Giordano.
Hacia fines del siglo XIX, el palacio fue vendido al estado, junto a la colección privada del cardenal Neri Maria Corsini.
Recientemente, en el interior del palacio se abrió la Galería Nacional de Arte del Palacio Corsini, donde se puede admirar una gran colección de pinturas del siglo XIV y XVIII, así como esculturas, bronces y muebles sel siglo XVIII.
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