Fuimos desde Fez a Marrakech, en un tour de 3 días y una noche. Es lo mínimo para poder disfrutar de los sitios, ya que los viajes son muy largos. Es impresionante ver los bosques de cedros, el medio atlas donde se ven muchas comunidades bereberes, o el cambio al paisaje desértico. Recomiendo descargar un podcast o música, ya que no siempre aprovechan los viajes para explicar lo que se va a ver en la siguiente parada.
Lo peor fueron, sin duda, las comidas en restaurantes de carretera con precios hinchados donde la comida dejaba bastante que desear, y alguna que otra parada absurda con un guía que te llevaba a sitios pactados a que compraras, en lugar de ver el pueblo en cuestión. Por suerte, íbamos con Mustafá, nuestro guía, que te explicaba siempre todo lo que le preguntaras en un buen español y cuando le pedimos ir a un sitio mejor para comer nos llevó sin problemas. Mencionar también a Aziz, el conductor, que nos daba mucha seguridad al conducir.
A pesar de ello, calculan muy bien los tiempos para que llegues a ver la puesta de sol con los camellos. Sin duda, un momento precioso que nos llevamos para siempre. Y vale muchísimo la pena contratar los quads para ver el amanecer. Además de que también es precioso, te dejan hacer el cabra con el quad y se llevaron una tabla de snow para tirarnos por las dunas. Te lo pasas de locos, y además nos dejaron casi una hora más. Eso sí, contratad allí los quad que sale más barato (nosotros lo dejamos por 50€ negociando mucho).
En resumen. Una pasada de experiencia que hay que hacer sí o sí. Es lo mejor de Marruecos, sin duda.