Casa Rural Penaquente cuenta con un interior cuidado al detalle. Restaurada respetando la arquitectura original y actualizada para garantizar el mayor confort y tranquilidad al huésped. En su interior se puede disfrutar de acogedores salones donde relajarse tras la jornada.
Además, el conjunto situado en un claro del bosque, dispone de un amplio aparcamiento, espaciosas zonas verdes privadas de ocio, una piscina de temporada y un entorno idílico con vistas a Cabo Ortegal y la sierra de A Capelada.
He quedado encantada con la casa: decorada al detalle, habitaciones cómodas y limpias , riquísimos desayunos y lo más importante: nuestra anfitriona Irene. Detallista con todos, encantadora, y que hace unas recomendaciones fantásticas. Gracias Irene por acogernos de esta manera tan cercana. Cuídame de Pistacho hasta que vuelva, que volveré.
Impresionante, muy cuidada, acogedora, limpia... . El lugar precioso alejado del mundanal ruido q invita a relajarse y desconectar... Los desayunos, sin palabras. Irene la anfitriona, es especial, cariñosa, simpática, cuida todo con mucho mimo y su fiel escudero Pistacho, te recibe mimoso , con mohines y zalamerías gatunas solicitando q le rasques o acaricies. Encantada con todo. Volveré.
Maravilloso rincón para desconectar. Casa muy acogedora y agradable. Irene es un encanto y muy atenta. Ha sido un fin de semana de 10!!! Esperando con ganas a que abra su primer apartamento para volver pronto!
La casa tiene una decoración muy bonita. Todo está limpísimo. El desayuno estaba muy bueno, con tostadas, bizcocho, café y zumo. La propietaria, Irene, es muy amable. En las habitaciones se estaba muy calentito, pero en los espacios comunes (al menos en la habitación que estuvimos no había tele) la temperatura era un poco fresca, debido a que están situados en la zona de la preciosa escalera que sube al primer piso y que es un espacio muy abierto. En verano seguro que se tiene que estar de maravilla.
Hemos estado solo una noche pero con ganas de volver y pasar una semana en esta casa tan bonita. No hay nada malo que destacar. Nosotros quedamos encantados con la habitación y el baño, absolutamente limpio y muy acogedor. La dueña y su desayuno de 10, pero lo mejor de la casa, sin duda, el gato.
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