Casa Rural Penaquente cuenta con un interior cuidado al detalle. Restaurada respetando la arquitectura original y actualizada para garantizar el mayor confort y tranquilidad al huésped. En su interior se puede disfrutar de acogedores salones donde relajarse tras la jornada.
Además, el conjunto situado en un claro del bosque, dispone de un amplio aparcamiento, espaciosas zonas verdes privadas de ocio, una piscina de temporada y un entorno idílico con vistas a Cabo Ortegal y la sierra de A Capelada.
La casa impecable rodeada de eucaliptos aunque con demasiado viento para poder aprovechar la piscina. El tiempo no acompañó demasiado a pesar de ser Julio. Irene tuvo el detalle de conseguirme pan que no tuviera trigo por mi intolerancia. El trato con ella muy cercano. El gato le da un punto a la casa.
Todo perfecto, como si estuvieras en tu propia casa. El levantarte tranquilamente y que te reciba Irene con su rico desayuno es un muy buen despertar. Había días que no quería salir de allí por disfrutar de la casa. Es ideal, tranquila y el mejor sitio que he conocido para desconectar. Enhorabuena Irene por tu súper casa. Puedes estar orgullosa. Está clarísimo que volveremos. ES UN LUGAR MARAVILLOSO. Gracias ❤
Con la intención de fotografiar aves marinas en Estaca de Bares, aparecimos en esta casa rural, muy bien situada y en un enclave privilegiado. Para disfrutar de mar o montaña. Una vez allí, da ganas de no moverse por lo acogedora, bonita y por el entorno tan idílico. Precioso jardín muy bien cuidado, un magnifico y centenario roble lo gobierna, perales, manzanos, rosales... Pistacho, el gato de la casa nos cautivo. Desayunos caseros hechos con mucho mimo, de eso se encarga Irene que es un sol. Que admitan mascotas, y tener habitaciones adaptadas, hacen que sea una casa rural especial. El año que viene volveremos!!!
Una casa rural muy bien situada (en medio del bosque, con tranquilidad absoluta). Dispone de un amplio jardín y piscina, todo bien cuidado. Lo mejor de la estancia fue el gato que vive en el jardín ya que es tremendamente cariñoso. En cuanto al interior, es bonito pero la limpieza deja mucho que desear: el cuarto de baño de la habitación tenía pelos en el suelo, y los sofás marrones de la sala de estar desprenden un olor raro. (Así como las mantas, que claramente tuvieron tiempos mejores). La mayor decepción fue descubrir que la tele del salón de uso común no dispone de señal, y ni hablar del wifi: el único rastro que hay de él es el cartel de la entrada donde indica nombre y clave, pero es inexistente. Teníamos contratada una oferta que consistía en bombones de bienvenida,…
Se trata de una preciosa casa rural orientada para desconectar (silencio en los alrededores, sólo la zona común con tv (para mi gusto mucho mejor), juegos, librería con selección de libros, sillones, etc). Está situada en un entorno precioso para pasear, en medio del campo (acceso con coche, aparcamiento), con piscina y cerca de puntos de turismo en coche. Está decorada con todo el cariño, encuentras detalles en cada rincón, las habitaciones son preciosas y está todo muy limpio (para ir descalzo si quisieras :D). En la habitación no tenían secador (tampoco preguntamos), pero sí diferentes tipos de almohadas. El trato muy bueno, el desayuno buenísimo (mmmm...vaya mantequilla, aún la recuerdo :P). Vamos, que encontramos el sitio de casualidad por una caja regalo y ha sido un…
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