Casa Rural Penaquente cuenta con un interior cuidado al detalle. Restaurada respetando la arquitectura original y actualizada para garantizar el mayor confort y tranquilidad al huésped. En su interior se puede disfrutar de acogedores salones donde relajarse tras la jornada.
Además, el conjunto situado en un claro del bosque, dispone de un amplio aparcamiento, espaciosas zonas verdes privadas de ocio, una piscina de temporada y un entorno idílico con vistas a Cabo Ortegal y la sierra de A Capelada.
Fuimos con una caja de la vida es bella. La casa está genial y os la recomiendo si venís de una ciudad porque aquí estás aislado del mundo. Necesitas coche para bajar al pueblo. Para nada pasamos frío, calefacción a tope. Después de mucho buscar y decidirme entre esta casa y otros apartamentos muy cercanos escogí Penaquente básicamente porque leí que el desayuno era casero. Pues no le pongo un excelente por el motivo de que el desayuno no fué casero. La vajilla y presentación muy bien pero el zumo es de bote, las tostadas ya estaban hechas y el bizcocho tengo mis dudas. Simplemente con un zumo natural habría cambiado el desayuno por completo.
Tuvimos una estancia agradable,muy tranquila, la limpieza de 10, atención excelente, muy buen desayuno, la casa es muy acogedora, tiene un encanto especial. Tiene aparcamiento amplio y gratuito, está cerca de un montón de lugares para visitar, como Cedeira, Cariño, Viveiro, Loiba, etc. Ideal para desconectar y relajarse.
Pasamos dos noches en las cuales recibimos un gran trato por parte de los dueños y la habitación era bastante bonita. Uno de los primeros peros fue el no tener tele en la habitación y en pleno Octubre cuando se hace de noche a las 7 de la tarde te quedas muy limitado, otro pero fue el desayuno demasiado caro (5 euros) y no ha sido ni de lejos en el top 10 de casas rurales a las que he ido y por último y lo peor el aislamiento de las habitaciones, tienen 4 o 5 habitaciones en el piso 1 y una más grande en el piso 2, dio que esa ves había una pareja con dos niños por lo tanto los escuchabas todo el rato y cuando ellos se despertaban tú te despertabas.
La casa es estupenda, con todos los detalles cuidados. La habitación grande y cómoda, la limpieza excelente y la casa preciosa, en medio del bosque. El silencio por la noche es total ya que la casa está a varios kilómetros de cualquier población. El desayuno correcto, no te quedarás con hambre. Las dueñas muy agradables. Sin duda volveríamos.
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