Mallin Colorado goza de una vista privilegiada desde todas sus cabañas, rodeado de un entorno frondoso y armónico, alejado de cualquier ruido o caos de ciudad, en este lugar la desconexión y lejanía se agradece y considero es uno de sus mayores virtudes. Estuvimos 2 días en el lugar y se nos hicieron pocos, el solo estar en la cabaña con la salamandra encendida gozando de la vista ya es una experiencia recomendable. Estuvimos en la cabaña Coigue, pequeña pero cómoda y bien equipada, cuenta con una mesa comedor para 2 personas, un pequeño refrigerador, cubiertos, loza, café y té. La cama es cómoda, amplia y con ropa de buena calidad, también hay un living orientado para disfrutar de la vista que hay desde la cabaña. Manteniendo la salamandra encendida el lugar se mantiene caliente y no pasaras frío, pero debes estar atento a que no se apague, el baño es amplio, aunque un poco frío. Me gustaron las medidas ecológicas aplicadas, como los productos de higiene personal con envases ecofriendly. Me gustó notar que están muy atentos a las necesidades de los huéspedes, en un momento que se nos acabó la leña, ni siquiera noté cuando ya la habían repuesto. El lugar cuenta con servicio de cena, el que tiene un precio apropiado, comimos las 2 noches y ambas ocasiones fueron una excelente experiencia, la primera carne con papas, la segunda pescado con alcaparras, para mi gusto el segundo día fue ampliamente superior al primero. Las recomendaciones en este sentido son: 1.- Poner música ambiente a la hora de la cena, eso siempre otorga privacidad a las conversaciones de las mesas. 2.- Tener más de 1 garzón, ya que, si bien el joven que nos atendió era muy amable, no es suficiente para atender todas las mesas y las esperas se hacen tediosas y la calidad de la atención se ve afectada, fue lo que nos pasó la segunda noche y no solo a nosotros, también a quienes estaban a nuestro lado, tuvimos que pararnos después del postre porque no vimos más al garzón que no dió abasto atendiendo una mesa grande y necesitaba hablar con él ya que en mi postre salió un pelo, (entiendo que esto no debe pasar, pero que habiendo humanos cocinando, pasa), lo lamentable es que como no volvió más a la mesa tuvimos que pararnos para decirle, esto fue lo único negativo de toda la estadía, ya que no pude comer todo el postre y el garzón imagino por lo sobre cargado que estaba, no le dio importancia a nuestra observación. El desayuno está incluido, no es nada destacable, pero suficiente para partir de forma correcta el día. La atención es excelente, todos son muy amables y cuidadosos, el último día teníamos que salir muy temprano, antes de la hora del desayuno, por lo que nos prepararon uno para llevar que constaba de sándwich, fruta y agua mineral, se agradece el gesto. En resumen Mallin Colorado tiene detalles que mejorar, pero es un lugar 100% recomendado.…