La experiencia fue excelente, un menú bien razonado. La carta de vinos muy amplia, la oferta es buena en precios y calidad. La crema de pejibaye inmejorable, igual que los platos de corvina. Las carnes también estuvieron a la altura. Un servicio personalizado excelente.
Acostumbro a visitar este restaurante del hotel grano de oro, es de mis favoritos en desayuno almuerzo o cena! Sin embargo en mi última visita no fue tan perfecto cm las anteriores ,,, los huevos bedenictinos excelente una delicia como de costumbre! Sin embargo pedí un postre y nunca había probado algo en este restaurante que no me gustara sin embargo el jueves fue la excepción pues pedí un cream bule y pues la verdad no lo pediría nunca mas... Estaba crocante arriba y se veía bien pero donde lo pruebas esta congelado el resto del postre 😔 y eh comido ese postre en otros lugares y se q no debería de venir congelado debajo del crocante de azúcar... Y el jugo de naranja no es natural y estaba pasado sabia agrio ya... El café si estaba delicioso
La construcción tipo victoriana de este hotel es maravillosa. La madera en las paredes del lobby son fantásticas. el personal del restaurante es sumamente servicial, sobre. El gimnasio es una broma. mejor que no digan que hay ginmasio. Los jaccuzzis muy bien puestos y a pesar de que está en la esquina de una calle sumamente transitada por camiones en la mañana, dentro del hotel no se oye nada. Está relativamente cerca del centro ( como 10 cuadras) y es segura la zona
Un hotel en una antigua villa que tras la reforma ofrece todas las comodidades que se pueden esperar de un hotel de su categoría. El personal es muy muy amable y eficiente. El desayuno es fantástico, en un patio interior. Altamente recomendable.
Existe una sensación, un denominador común, que sólo percibo en grandes hoteles, con personalidad, historia y donde la excelencia es la única forma de hacer la cosas y tratar al cliente. Me alegra encontrarlo en hoteles de precios más modestos pero esto es algo inusual... Lo normal es que con los pequeños detalles que marcan la diferencia vaya también un precio más elevado. Hotel con sabor propio, mucha personalidad, recepción moderna, restaurante espectacular y atención personal de lujo. Habitaciones amplias, clásicas, confortables, impolutas, insonorizadas. Desayuno a la carta (nada de bufete) abundante, exquisito, con una bandeja de fruta variada de cortesía y café inolvidable. El restaurante tiene fama de ser de los mejores de la ciudad. Hay que reservar. Sin duda es bueno, especialmente el servicio (acorde con un hotel de lujo) y una carta de vinos que le ha dado premios internacionales. Aunque se esmeran con los platos ofrecen una cocina con un marcado carácter internacional tirando a francés y claro, si lo que quieres es comida costarricense no es el mejor lugar. Precio elevado. Está en una calle tranquila a unos 5-10 minutos andando al centro. Barato el servicio de lavandería. Los precios fluctúan pero considero que pese a ser un hotel muy bueno el coste es alto (la habitación estaba a 210€ sin desayuno). Por cierto, el establecimiento realiza una importante labor social a través de una asociación de ayuda a mujeres.…
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