Fui hace muchos años, y bien pero ni fu ni fa, era lo de siempre croquetas, arroz con pitu y demás , lo que hacen los que salen de la Salgar. Pero en cambio ahora vi un cambio total marca su personalidad y muy bien una cocina diferente y nueva con sabores muy logrados, enhorabuena.
Íbamos para cuatro noches. Entorno bonito y jardín de entrada muy agradable. Habitación con tele muy pequeña, amablemente quien nos atendió dijo que intentaría cambiarla. La habitación alguna deficiencia, antiguo el baño... Cuando nos hemos levantamos hoy mañana y echamos las sabanas para atrás veo mancha de sangre y no es nuestra, retiro sabana y cubrecolchon asqueroso, lo decimos y nos dicen que es raro que esa cama lleva hecha desde febrero y que para nosotros retiraron la colcha que tenía polvo pero no comprobaron nada mas, desde luego para 2 habitaciones en uso que tenían, bien podían haber hecho la cam después de tantos meses. Está claro que quien la hizo vio el cubrecolchon y las sabanas que ponía. A no ser que en este tiempo cerrado alguien lo haya usado. Hemos pagado la noche, puesto hoja de reclamación y hemos dejado el hotel. Eso ha sido hoy día 11 de julio. VERGONZOSO. NUNCA ME HABÍA PASADO ALGO ASÍ. CON LO FÁCIL QUE ES PONER ROPA LIMPIA. CREO QUE LO ÚNICO IMPERDONABLE EN UN HOTEL ES LA SUCIEDAD. NOS HAN FASTIDIADO UN DÍA DE VACACIONES…
Mi habitación no se corresponde con las fotos que en este perfil ha colgado la dirección. No estaba mal, pero no estaba reformada como las fotos indicadas. Mucha madera, bonito, pero algo ruidoso. El baño, antiguo pero bien. Si acaso destacaría la alcachofa de la ducha, ya que costaría cuatro duros poner una en condiciones. Me pareció que estaba todo limpio. He leído comentarios sobre moscas que me sorprendieron antes de viajar. Yo no las vi hasta que me levanté por la mañana, que si que teníamos unas cuantas en la habitación. El entorno es bonito, así como las vistas. Tienen un jardín muy bonito para relajarse o tomar algo. No desayunamos ni usamos el restaurante
Las habitaciones son agradables, la nuestra era amplia, aunque los muebles son viejos, pero en buen estado de conservación. El baño completo y con todo tipo de amenities. Llama la atención que para entrar en el hotel tengas que llamar al timbre, y desde luego hay una clara falta de personal, ya que las dos únicas personas que se encargan de Hotel y comedor, no dan abasto. Capítulo a parte merece el desayuno que se compone de un cafe, un pequeño vaso de zumo (que no puedes repetir) rebajado con agua, dos trozos de pan, y una rodaja (pequeña) de bizcocho, en suma impresentable, bien es verdad que por esto te cobran cinco euros, lo que no es mucho, pero creo que en un hotel de tres estrellas, no se puede ofrecer un desayuno así.
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