En la segunda mitad del siglo XIX se produjo un despertar dramático de interés nacional hacia Los Roques y otras islas venezolanas en el Caribe. Este interés tenía muchos orígenes. Por un lado el avance industrial y tecnológico acelerado creó una, así como una demanda nacional e internacional de algunos de los recursos de las islas, tales como madera de mangle, que fue utilizado como combustible para los barcos de vapor; excrementos de aves guaneras utilizados como fertilizantes en los países del norte y piedra caliza utilizada en la construcción. En ese momento las islas fueron visitadas con frecuencia por los naturalistas nacionales y extranjeros. Debemos a estos visitantes información importante sobre el hombre y el medio ambiente de estas islas. Es gracias a la Caracas Natural y de la sociedad científica que sabemos que hacia el final del siglo XIX los flamencos hacen sus nidos en varios lugares en el archipiélago. Los Flamencos hoy vienen a Los Roques sólo en las visitas.