Los ciudadanos americanos aún deben superar algunos escollos antes de visitar Cuba, pero como ya saben los visitantes de todo el mundo, esta isla ofrece increíbles oportunidades de intercambio cultural. La Habana es una mezcla de arquitectura del viejo mundo y cultura actual. Deja la capital y dirígete a la pequeña villa de Trinidad para ver más arquitectura colonial española. Ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y es una magnífica base de operaciones para visitar el Valle de los Ingenios, una planicie que antaño era el centro de la industria del azúcar en Cuba.

Si desea una alternativa a la experiencia que ofrece Texas, visite El Paso. Alejada de las luces de Dallas y San Antonio, en la parte oeste del estado a orillas de Río Grande, El Paso respira un ambiente diferente al de las ciudades del este. Se trata de una verdadera mezcla de culturas americana y mexicana, una combinación que puede apreciarse en todas partes. Visite el Museo de Arte de El Paso y disfrute de obras americanas de los siglos XIX y XX, así como de retablos y arte colonial mexicano de los siglos XVIII y XIX. Los restaurantes sirven auténtica cocina mexicana, barbacoa Texas o una mezcla de ambas. Mientras unos disfrutan con esta fusión de culturas, otros visitantes de El Paso sólo piensan en una cosa: escalar las enormes rocas del Parque Estatal de Hueco Tanks. Los que prefieran mantener los pies en el suelo pueden visitar el centro interpretativo del parque y ver antiguos pictogramas indios. Otros pasatiempos populares de El Paso son el golf, la bicicleta de montaña y nuestro favorito: la observación de las estrellas.

Montreal, c’est si bon! Esta ciudad de habla francesa se considera la capital cultural de Canadá y es una celebración cosmopolita del estilo de Quebec. Un paseo en carruaje tirado por caballos recorriendo las calles de piedra y los importantes edificios de Vieux-Montreal te hará sentir un poco el sabor europeo. La Basílica de Notre-Dame es una creación de vitrales, y el distrito Plateau Mont-Royal te va a deleitar con sus singulares boutiques y cafés. Zambúllete en un plato enorme de poutine y llénate de energía para un tour por el épico Olympic Park.

La Palma es un paraíso antiguo asentado en el fondo del paisaje volcánico. Tal vez, la mejor manera de experimentar la belleza natural de La Palma es una caminata por el parque nacional Caldera de Taburiente o los estrechos cañones de Los Tilos. Las aguas frescas del río natural Charco Azul son una tentación en un día de mucha humedad. Las arenas oscuras de Playa Nueva son excelentes para tomar sol y siestas.

La acogedora y tolerante Gran Canaria siempre tiene algo que ofrecer a cualquiera que se precie visitarla. Numerosas familias acuden a los parques acuáticos y playas de Puerto Rico. Los que buscan la paz la encuentran en los tranquilos pueblos de pescadores de Mogán. Los viajeros gays llenan los bares, restaurantes y playas de Playa del Inglés. Las Palmas cuenta con una gran oferta de atracciones más urbanas. Hay tres autopistas que ponen al alcance la isla para los que alquilen un auto u opten por utilizar el autobús. Los principales lugares para visitar son la iglesia de San Juan Bautista de Arucas y el parque zoológico Palmitos.

Cada barrio de San Francisco tiene su propia personalidad, desde lo hippie chic de Upper Haight hasta lo joven y de onda de The Mission. El distrito de la Marina cuenta con bistrós de moda y vistas perfectas del puente Golden Gate, mientras Noe Valley ofrece tranquilas y pintorescas boutiques. Saluda a los lobos marinos en el Muelle 39, y prueba la charcutería y los quesos locales en el Ferry Building. Acomódate para una sesión de yoga en el Parque Dolores o admira el Molino de viento holandés frente a Ocean Beach.