¿En qué otro lugar puedes encontrar un volcán rodeado de azaleas al que subir, una hermandad de buceadoras y antiguas estatuas de piedra para pedir deseos? En la isla de Jeju. Este popular refugio, uno de los favoritos de los recién casados (y de los fans de los dramas coreanos), también alberga kilómetros de playas doradas, sinuosos senderos costeros y Jeju Waterworld, el parque acuático más grande de la zona. Independientemente de lo que te apetezca, una cosa está clara: un día de turismo no puede terminar sin antes disfrutar del delicioso marisco crudo de la isla y del famoso cerdo negro a la barbacoa.

Fukuoka es un paraíso de la gastronomía... “siempre que no seas vegetariano”, ¡según los viajeros de nuestro foro sobre Fukuoka! Se encuentra en el mar Genkai, y los mariscos son frescos y abundantes. Así es también el ramen al estilo Fukuoka, que lo encuentras en los famosos yatai (puestos al aire libre) de la ciudad, como en modernos restaurantes. Si quieres hacer algo diferente a la gastronomía, visita el Parque Ohori y las ruinas del cercano castillo de Fukuoka.

En la isla de Borneo se encuentra Kota Kinabalu, un animado destino cuya atracción es el Parque Nacional de Kinabalu. Su punto más alto es la Montaña de Kinabula, de 13,400 pies; de hecho es el pico más alto de Malasia y la meca de los escaladores. A 90 millas, en el Parque Nacional de Crocker Range, podrás disfrutar de emocionantes recorridos a pie por la jungla y acampar.

Famosa en todo Asia por su embriagadora mezcla de culturas orientales, la isla de Penang es el crisol de culturas por excelencia de Malasia. Los vendedores junto a la calle ofrecen algunos de los mejores platos de comida callejera, sus parques nacionales tiene playas de arenas blancas y vida salvaje y George Town, ciudad designada por la UNESCO, está llena de coloridas casas que son patrimonio cultural.