Después de haber sobrevivido al Imperio mongol, a la Segunda Guerra Mundial y a Chernóbil, Kiev se alza como la orgullosa capital de Ucrania. Su impresionante oferta de teatros, museos, lugares religiosos, edificios modernos y ruinas antiguas convierte a la ciudad en el corazón de la cultura ucraniana. El monasterio de las Cuevas, que data del año 1015, y la catedral de Santa Sofía, de 1037, han sido declarados Patrimonio de la Humanidad. El Museo de la Gran Guerra Patriótica, coronado por la impresionante estatua de la Madre Patria, ofrece unas vistas magníficas de la ciudad.

St. Anton, una de las estaciones de esquí más famosas de la zona del Tirol, ofrece algunas de las mejores pistas para practicar esquí con nivel avanzado y uno de los ambientes après-ski más animados de la región de Arlberg. Los picos Valluga, Kapall y Schindler proporcionan como un kilómetro y medio de esquí de pendiente. Para aquellos veteranos, Schindlerkar y Mattun son rutas menos pisadas.

Monet pintó Juan-les-Pins. Picasso, también. Si lo vieran hoy, hallarían un destino joven de verano que se centra en tomar el sol (una actividad que inventó Coco Chanel, según afirman algunos), visitar los casinos y clubes nocturnos, y trasnochar. Los miembros de TripAdvisor dicen que lo único que falta en "JLP" son restaurantes, pero la vecina Antibes, a un breve paseo en bus, tiene más que suficientes para compensar.

Subió a los altares cuando la reina Isabel II veraneó allá en 1845. San Sebastián, apodada “La Bella Easo”, es una hermosa ciudad costera situada en el Golfo de Vizcaya, cuya famosa playa “La Concha” ha ganado relevancia con el paso del tiempo. Rodeada de verdes montañas, San Sebastián tiene una oferta cultural, gastronómica y de ocio envidiable. Visita su casco viejo para descubrir su bonita arquitectura o ir de tapeo; el pasatiempo favorito de lugareños y visitantes.

Llamada la “Santorini de España”, Altea atrae a los viajeros relajados a la Costa Blanca con su casco antiguo sobre la colina y sus playas de guijarros. Con sus domos color azul marino y sus paredes blanqueadas, se destaca entre el cielo del Mediterráneo, mientras que sus tres puertos deportivos ofrecen muchas oportunidades de actividades en el mar.

Los museos de Lisboa celebran la riqueza de la historia y la cultura de esta ciudad capital portuguesa. El Museo Marítimo es perfecto para los niños (¡y los adultos!) que gustan de las cosas náuticas, mientras que la Casa-Museu Dr. Anastácio Gonçalves es una gema oculta de coloridas obras de arte. Para apreciar completamente la espectacular arquitectura en piedra de la ciudad, puedes hacer un tour guiado a pie o personalizar tu propio tour, asegurándote de visitar Padrao dos Descobrimentos, el Mosteiro dos Jeronimos y la Torre de Belem, declarada patrimonio de la humanidad por la UNESCO.

La mayoría de los que van a Pokhara descansan aquí antes y después de la ruta de senderismo "alrededor de Annapurna”. A causa de su popularidad entre los viajeros, la ciudad en sí ofrece hoteles y restaurantes relativamente modernos, aunque también encontrarás viejos lagos, cascadas y desfiladeros, y, por supuesto, majestuosas vistas a las montañas del Himalaya.

Collingwood es algo más que la vecina de la estación de esquí Blue Mountain. Esta ciudad de Nottawasaga Bay tiene atractivos que descubrir, desde casas históricas a parques y senderos, un museo marítimo y su propio festival anual de Elvis.

Las Cataratas del Niágara, cuyo esplendor natural deja con la boca abierta a más de uno, atraen a espectadores curiosos y parejas aventureras en luna de miel de todo el mundo. Su principal atractivo, 150.000 m3 de agua cayendo por la cima de una montaña, se encuentra entre Estados Unidos y Canadá. Recientemente, la parte de Estados Unidos ha sido muy visitada porque ha promocionado otras actividades para atraer a los turistas. Lugares como el Acuario del Niágara ofrecen a los padres divertidas alternativas para sus hijos para después de la visita a las cascadas. En el Parque Estatal de las Cataratas del Niágara pueden practicarse actividades al aire libre como el senderismo, el ciclismo, la pesca y la acampada. La historia de los distintos intentos por conquistar las majestuosas cataratas se recoge en el Museo Daredevil; el Museo Schoellkopf se centra en la historia y la geología del lugar. Las cataratas ofrecen mucho más que cataratas, como una variada oferta gastronómica y de alojamiento para todos los bolsillos. Esta asombrosa región es ideal para hacer una escapada variada y trepidante.

Virginia Beach tiene todos los elementos de un tradicional complejo turístico costero: preciosas playas, un animado paseo marítimo entarimado, un montón de restaurantes y locales nocturnos, y atracciones para niños. Los aficionados al deporte podrán disfrutar de importantes campos de golf en Virginia Beach y alrededores, así como practicar kayak o senderismo en los kilómetros de caminos disponibles. Mucha gente piensa que Virginia Beach es mejor en temporada baja, cuando no hay tanta gente y el tiempo sigue siendo bueno.