Estuve con mi mujer cenando y sus primeras palabras nada más probar el Callo de Hacha fue que los sabores la traía recuerdos de platos típicos que ha probado en sus viajes a México. Perderse entre las calles y recordar esos sabores de los platos...realmente con la esencia de aquella tierra hermana tan cerca del centro de Madrid nos hace volver a tener fé en la cocina mexicana que muchas veces es únicamente tacos y quesadillas con toques de tequila al acabar la cena.
Como comentaba empezamos el Callo de Hacha que nos encantó, seguimos con las croquetas “trufas yucatecas” que están hechas de cochinita pibil, realmente otro manjar que seguro repetiremos. Como éramos un grupo de 6 amigos también pedimos algo de pescado y carne para probar un poco de todo. En el pescado nos fuimos al “ceviche de Acapulco” que tiene corvina y camarones, esto si que es tratar como se merece el producto, todos los sabores juegas en tu paladar y si te gusta el sabor del mar es un acierto. En carnes pedimos el “tartar de picaña con tuétano” cuyo toque picante realza el sabor de una carne diferente y con sabores frescos, otro plato que nos encantó. La segunda carne fue el “picantón zarandeado”, somos muy fan de este tipo de marinaje para el pollo, naranja, lima, especias y chiles le dan ese sabor nuevo, o quién sabe si perdido del pollo ennoblecido con los ingredientes que da la tierra.
El espectáculo es ver cómo te preparan la carne de cochinita pibil en mesa, como la cortan, como si fuera mantequilla para saborearla con unos tacos al más estilo clásico y con los sabores neutros que se ven disparados a su aspecto más sublime al ponerles esas trazas de carne por encima, lo pienso y aún sigo con esa sensación de metérmelos en la boca de un bocado para que no se pierda ningún sabor. Otro de los preparados que pedimos fue el guacamole, que ya sabemos que es una carta de presentación en cualquier mexicano que se precie, le damos una alta nota en preparación y presentación.
No nos podíamos ir sin dejar hueco a los postres, pedimos los 3 referentes, “pastel de elote”, “cheescake” y la “torta de naranja y chocolate”. Si tengo que ponerlos en orden, el sabor del pastel de elote, un flan de maíz, decir que fue espectacular, tanto el flan como el helado de coco. Después la torta de naranja y chocolate que combina en un perfecto equilibrio este pastel de naranja emborrachado relleno de naranja, perfectamente equilibrado, delicioso para los amantes de la naranja y el chocolate. Por último pero no por ser menos espectacular de sabor, dejo la tarta de queso, es cierto, que como experto en tartas de queso no se encuentra entre los primeros puestos. Pero es cierto que he comido muchas, para mi gusto el queso que utilizan tiene un fuerte sabor que no es el que te esperas, si han buscado sorprender al paladar, lo han conseguido. Pero yo valoro otros puntos en este postre por encima de la intensidad en el sabor.
Dar las gracias por el trato agradable y si quieren un lugar agradable, con buena música ambiental y mejor comida, apunten esta lugar de referencia en comida mexicana.Más