No importa si el dia es lluvioso, siempre hay un rayo de Soler en este restaurante, aunque el mismo chef nos ha recordado que el arte que se come, siente y disfruta en èl, es gracias a todo el EQUIPO. Un servicio extraordinario rico de...detalles e informaciones, una profesionalidad superior a la expectada ( muy alta).
Empezando por el pan que parecía cocinado en un horno de amor, todos los platos han sido presentados en su máxima expresión: gustos, colores, textura y olores. Una experiencia inolvidable que nos ha iluminado!
Gracias a Rafa y todo su equipo,
Rocio y Stefano.Más