Las pruebas para el coronavirus se llevan a cabo es a través de la reacción en cadena de la polimerasa (PCR, por sus siglas en inglés), recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Esta consiste en la búsqueda de material genético del patógeno SARS-CoV-2.
Para ello se mete un hisopo mediante la nariz hasta el fondo cuando toca con su pared. Se rueda el bastoncillo de algodón unas cuantas ocasiones para la recopilación, se saca y deposita en un frasco.