El hotel, un impecable y maravillosamente restaurado mini-complejo de una típica masía catalana, se encuentra ubicado en el pequeño, discreto y bonito pueblo de l’Empordà, Madremaña.
En un entorno silencioso, el establecimiento, de impecable decoración, cuenta con apenas 15 habitaciones diseñadas, cuidadas y mantenidas excepcionalmente bien.
La Dirección, Josep e Iván, y todo el personal, hacen que cada minuto de la estancia sea una experiencia placentera, personalizada, delicada y exclusiva.
La cocina, sin pretensiones minimalistas, cumple más que sobradamente tanto la atención como la calidad de las viandas y su elaboración.
Limpieza extrema, orden absoluto, amabilidad, buen olor (no entiendo el comentario anterior ya que aquí huele a muchos buenos aromas y no a marihuana), buena cocina...., etc... hacen que la estancia en el hotel sea excepcional y recomendable.
Excepcional.....