Me alojé en el mes de julio con mi familia y la familia de un amigo chileno, en total estábamos 9 personas 5 niños y 4 adultos, llegamos en la noche y nos recibió un señor un tanto apurado por la hora y nos dijo que el salón no lo podíamos usar porque iba a cerrar, que no había desayuno, pero podía preparar solo huevos y pan nada más, que le paguemos en ese momento y con una actitud muy descortés. Las habitaciones horribles, se que el precio es muy bajo pero la verdad llegamos ahí por las fotos, los colchones pésimos, unos se hundían y otros como si durmieramos en una estera, ni siquiera tenían buenas frazadas, mis hijas no durmieron porque se sentia todo el ruido de la calle, mis amigos chilenos muy decepcionados, la habitción de ellos tenía una especie de lavabo que daba una imagen siniestra y no durmieron toda la noche, los ventiladores no funcionaban, cuando amaneció solo queríamos salir corriendo del lugar. La peor experiencia.

Excelente sitio, muy tranquilo. En las afueras de canoa pero de facil acceso directo por la pkaya. Buena atencion. Vista al mar. Buena relacion precio calidad. Muy limpio. Los dueños tienen una atencion
personslizada con los huespedes

El lugar es de ensueño, puedes ver los atardeceres caer sobre las olas que están a 20 metros de tu habitación. El personal que te atiende es muy simpático y te hacen sentir en familia, puedes jugar ping pong, surfear, jugar fútbol, volleyball, juegos de mesa. En fin puedes hacer lo que tu quieras para sentirte como en casa. Está muy cerca del centro de Canoa donde puede encontrar otras actividades. 100% recomendado para familias, mochileros, parejas, y en fin para todo el mundo.