Llegamos a este sitio por sugerencia de un matrimonio de la zona que nos los recomendó, despues de pasar la tarde de domingo buscando un sitio donde comer una tortilla ya que estábamos de paso por Betanzo llegamos acá, un local pequeño pero muy acogedor, su dueño muy amable (Juan), la comida riquísima, hemos tomado la tortilla de Betanzos, chipirones, zamburiñas y huevo con jamón ibérico patatas (venía poco jamón, un poco sobrevalorados), pero lo demás exquisito. Buena relación calidad precio. Pagamos 65 euros en total, a la comida que he mencionado agregamos una botella se vino blanco y una botella de agua grande. Recomendamos 100%.
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