En Agosto estuvimos en esta acogedora posada con nuestra hija. Vinimos a una boda y nos quedamos una semana. Quedamos encantados con la atención, la comida, la encargada del bar, las chicas de recepción, la limpieza de las habitaciones. Un lugar donde uno se siente que está en la casa de unos amigos! Animados por ello, llegamos ayer a pasar los días navideños! La calidez del recibimiento, la posada adornada, la sonrisa de ese maravilloso ser en el bar, las chicas de la cocina y su excelente cheff, ratificaron que nuestro feeling fue correcto!!