El apartamento está genial, es amplio, muy cómodo y está decorado con muy buen gusto. Tiene dos habitaciones grandes y dos baños completos, un salón con comedor y cocina grande y está situado en el bajo de una casita a las afueras de Ginebra. Es super tranquilo, silencioso y está muy bien comunicado con el centro y el aeropuerto. Para ir al centro solo tienes que caminar unos 10 minutitos y allí hay una parada donde puedes coger el tranvía 14 o 15, por ejemplo. Para el aeropuerto el autobús 23. La dueña es encantadora y nos explicó todo muy bien y resolvió todas nuestras dudas. Incluso nos dejó todo lo necesario para desayunar el primer día (a pesar de que el desayuno no estaba incluido). Al llegar teníamos leche en la nevera, una mermelada buenísima, pan de molde con cereales riquísimo, etc. Cuando volvamos a Ginebra seguro que repetiremos. Hemos estado como en casa. :)