Cenamos la primera noche que estuvimos en la isla y nuestras expectativas se cumplieron excelentemente. El local no está junto al mar, pero todo está cuidado al máximo detalle (copas RIEDEL, como amante de los vinos es un detalle que siempre me fijo). Compartimos un primer plato y de segundo degustamos la langosta thermidor, que en nuestro caso pesó 1,3KG con la salsa secreta de la casa. Los postres también una delicia!!! En cuanto a bebida tomamos un Vino de la Alsacia, que acompañó perfectamente a excelente banquete! Un 10 para el restaurante!
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