Soy de Medellín y verdaderamente me sentí como en casa. La comida típica una delicia, se nota que los dueños son paisas y todavía mantienen el proceso de la comida artesanal. El ambiente ni hablar, es una fonda paisa muy bien tenida. Estuve hablando con el dueño (un señor muy amable) y me contó que incluso son patrimonio cultural. Les recomiendo chicharrón de entrada con arepa hecha en el mismo lugar y adición de hogao (el quesito de la arepa también es hecho desde ceros allá, simplemente espectacular). De plato fuerte de lejos el mejor es la bandeja paisa! Y a los que les gusta el picante, hay un ají casero de locos.