Quiero compartir la estupenda experiencia que tuvimos en Casa Rancho en el mes de agosto. Veinte años atrás, me hubiera realmente aburrido sin televisión, radio o Wifi, pero ahora, fue grandioso. Este es el verdadero significado de escaparse y relajarse. La presencia inesperada de una tibia piscina convierte a la posada en un lugar muy agradable y especial. Crecí en una estancia del estilo de Casa Rancho, el cual me trajo recuerdos: caballos deambulando por los alrededores, gallos cacareando por las mañanas y ausencia total de los 'ruidos de la ciudad'. La presencia de 'badenes' formados naturalmente impiden el exceso de velocidad de cualquier vehículo (caminos de tierra por todo el lugar) o la conducción innecesaria. Además, Alec fue un 'anfitrión' genial. Caminaba por las instalaciones pero nos daba total libertad. Éramos los únicos allí. Nos dio buenos consejos y recomendaciones, incluso para el viaje que realizamos a La Paz (dónde comer, dónde alojarse) como también qué cosas hacer en Todos Santos (dónde comer, dónde comprar comida). Hay restaurantes muy agradables en Todos Santos, es un pueblo artístico. Además, Alec tenía artículos que podíamos pedirle prestado (conservadora de hielo pequeña, sillas de playa) para utilizar fuera de Casa Rancho. Disfrutamos tanto de ese lugar, que no hicimos todas las cosas que habíamos planeado y decidimos pasar más tiempo en la estancia. Gracias, Alec. Sin duda nos encantará regresar y te aseguramos que le contaremos esta experiencia a nuestros amigos.