Pasamos un fin de semana en un lugar que es un paraíso, los jardines, los colores, la piscina, la propia habitación. Pero es desconcertante que una Suite completa no tenga aire acondicionado, solo unos ventiladores de pié, hacía 30 grados o más y ni de noche se siente el aire fresco, si piensan pasar así el verano están mal. Por otro lado el teléfono de la habitación se la pasó sonando toda la noche entre las 3 de la mañana y la hora de irnos, por un desperfecto eléctrico por otras habitaciones que están remodelado. Lo reclamé y me dijeron lo siento no podemos hacer nada, al dejar la bocina descolgada igual hacía ruido, y el cable no se puede arrancar del aparto porque los teléfonos están pegados a la mesa.
No dormimos, el telefono suene y suene y suene, al momento de la salida nada de enmendar el daño diciendo les regalo una flor para embellecer su mañana, mucho menos un café o un masaje de spa, o un descuento en el precio de la diaria....no no no, eso sería un delirio impensable, se limitaron a decir lo siento mucho y cobrarnos los 4 mil pesos de la habitación y gracias por participar. De zen no tienen nada, bueno perdón, si los jardines son muy zen.