Quedarse en un hostel es casi sinónimo de compartir baños, camas, poca limpieza y demás. Sin embargo, en este hostel se tiene la posibilidad de encontrar habitaciones con baño privado a buen precio y en una ubicación excelente. El lugar está sobre la calle Isabel la Católica, en pleno centro histórico; a cuatro cuadras del Zócalo y a cuatro de la Alameda Central. El lugar es limpio, los cuatro con baños privados son grandes, el baño es gigante y tratan de mantenerlo en buen estado. El desayuno es variado aunque a veces no es rico, pero esto es debido a las costumbres en la alimentación. También sirven comida incluida en el precio de la habitación. Lo único que no me gustó es el ruido de la calle en las noches, pero esto es debido a la ubicación. La zona es segura, aunque despúes de las 10 p.m ya se pone muy solo. Si lo que se quiere es un lugar para descansar en la noche, bien ubicado y limpio, este es el lugar preciso. Además, tiene wi-fi en la habitación.