Desde el primer momento de nuestra llegada nos han atendido increíble, es una casona enorme con terraza y salones agradables y bonitos.
La atención increíble! Pamela, Santiago y el capi Patricio estuvieron pendientes de nosotros en todo momento y nos hicieron recomendación de platillos. En cuanto a los alimentos, imperdible el pan francés! Es el más rico que hemos probado, relleno de crema de avellanas y cero empalagoso. También súper rico huevos al forno y el pan dulce.
Hay refill en jugos, café, chocolate y pan dulce.
Definitivamente un lugar que está en la lista de favoritos y al que vendremos pronto.