Primero nos dieron mal la habitación, las sábanas olían tanto a humedad qué no se podía dormir ahí, sin gel de ducha, las cambiaron al otro día, las toallas de la habitación igual húmedas, el colchón se hundía fácil 10 cm, y el personal de la alberca nos ignoraba, hasta otros huéspedes les reclamaron, fueron groseros y prepotentes, por el contrario en la playa y en los restaurantes el trato más que amable, no es la primera vez que nos hospedamos pero si la primera en tener estas malas experiencias, esperemos se corrija para la siguiente visita, lo que si deben considerar es que las albercas son muy hondas para el promedio 1.5, para estancia en la playa se disfruta mucho