Es la segunda vez que nos alojamos allí y la verdad que Quique no defrauda.
Siempre atento por si necesitamos algo o para aconsejarnos lugares para visitar.
El desayuno muy bueno con cosas caseras como galletas, magdalenas, mermelada... pese a las circunstancias del COVID, el desayuno era buffet pero íbamos indicando lo que queríamos y Quique nos lo iba poniendo en una bandeja.
Lugar muy tranquilo para desconectar y hacerte unas sidras en la terraza.
Sin duda volveremos al verano que viene.
- Wi-Fi gratis
- Estacionamiento gratis