Estábamos alojados en el barrio y nos acercamos a esa calle en la que hay varios restaurantes de diversas nacionalidades. Esa noche nos decantamos por el hindú y hay que decir que cenamos muy bien. No es fácil elegir en un restaurante hindú con lo que nos dejamos aconsejar por el maitre. La comida fue abundante y de buena calidad. Alguna más picante que otra (como suele pasar) pero nos quedamos muy satisfechos.
El local está bien decorado (mezcla de moderno con algún toque clásico), limpio y el personal muy atento. Tienen un horario de atención amplio pues cuando llegamos a las 21h ya había gente cenando y cuando nos fuimos a las 23h, había gente que llegaba.
La relación precio calidad fue adecuada..30€ por persona.
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