La Abadía de Westminster es una iglesia anglicana y es el templo más antiguo y famoso de Londres. Sede de las coronaciones, la Abadía de Westminster acoge las tumbas de los monarcas y figuras históricas británicas de los últimos mil años.
Aparte tienen lugar las coronaciones y otras ceremonias de importancia nacional. Su edificación es de estilo góticoy es bastante distinta a las catedrales catolicas de Europa. Val la pena la visita.

Todo el lugar es muy bonito y espectacular. Es un sitio bastante bien cuidado y conservado. Sin embargo, la gente del staff es grosera.

Visité la Abadía el 2 de agosto en un grupo de turismo, la primera situación se dio a la entrada frente al la columna de SanJorge. Me encontraba perdida y me acerqué a un señor, que creo que era quien abría y cerraba, para preguntarle si esa estatua era la de San Jorge. Sin mirarme, y cerrándome la reja, me contestó muy secamente que sí y se dio la vuelta sin dejarme preguntar más.

La segunda situación se dio con mi grupo de visita. El guía nos iba a dar nuestras pulseras dentro del sitio y nos llevó por una entrada lateral (supongo) y el guardia en turno dejó pasar a todos los integrantes de mi grupo que iban a recibir su pulsera dentro del lugar, menos a mi mamá y a mí. Mi guía se tuvo que regresar para ver por qué nos habíamos detenido e intentó dialogar con el guardia que siguió sin dejarnos pasar hasta que el guía nos dio nuestra pulsera, y aún así, nos retuvo en la fila hasta que nos la pusimos. Era bastante evidente que fue una acción personal porque a nadie más del grupo de visita, que eran estadounidenses, les pidió la pulsera antes de entrar, ni al grupo que iba detrás de nosotras.

Entramos con la promoción 2x1 del National Rail, te dan la audioguia gratis, necesaria para entender muchas cosas de la Abadía.

Realmente es un cementerio, con todos los personajes ilustres británicos enterrados allí. Impresiona ver todas las tumbas y nichos de los Reyes.

Muy grande y muy bonita con muchas estancias, la que más me gustó la de las banderas con la cúpula blanca.